Diferentes interpretaciones de El extranjero

Hay distintas estrategias para conseguir la participación del alumnado en una actividad como el Club de Lectura. Una de ellas es seleccionar un libro que figure entre las lecturas obligatorias de una asignatura determinada y motivarle para que asista. Esto es lo que hizo nuestra compañera de Filosofía, María Sanjuán, con El extranjero de Albert Camus, novela de la que hablamos ayer martes.

Ella misma se encargó de la presentación del autor, proporcionándonos abundante información sobre la vida del mismo: su nacimiento en 1913 en una familia de colonos franceses dedicada al cultivo del anacardo; la realización de sus estudios en Argel, alentado principalmente por su profesor Louis Germain, en la escuela primaria, a quien posteriormente le dedicaría el Premio Nobel de Literatura; su iniciación a muy temprana edad en la escritura; su profundo conocimiento de Nietzsche; su afiliación al partido comunista y su posterior abandono por serias discrepancias; su ruptura con Jean Paul Sartre, quien reprochaba a Camus que su rebeldía era únicamente estética; su lucha contra todas las ideologías y religiones que alejan al hombre de lo humano; y su muerte prematura en un accidente de automóvil, en 1960. También destacó sus obras más importantes: El extranjero y La peste (novelas), Estado de sitio (obra teatral) y El mito de Sísifo (ensayo).

Sabíamos que El extranjero es una obra compleja y, en consecuencia, de lectura lenta. Como explicó Carmen Jurado, difícilmente se la puede calificar de novela, pues se trata más bien de un tratado filosófico sobre la existencia humana; pero un tratado, con cuyo protagonista podemos sentirnos identificados, como ella misma se había sentido en algún periodo de su vida. En cambio, a los alumnos -o mejor dicho a las alumnas que fueron mayoría- El extranjero les había quedado grande, quizá porque todavía, con su corta edad, nunca se han sentido extraños en el mundo, como Meursault. Por eso, asistieron a la reunión con la idea de que les descubriéramos los valores de esta novela que convirtió a su autor –como se escribe en la contraportada del libro- en “guía moral e intelectual de la Europa desgarrada por la ocupación nazi y la guerra fría”.

No sé si lo conseguimos, porque, cuando ya había terminado la sesión, aún seguíamos debatiendo sobre la interpretación de la novela, sobre el mensaje que encierra, sobre la intencionalidad de Camus al escribirla…

Unos nos habíamos fijado más en los aspectos hedonistas –si cabe emplear este término- del comportamiento de Meursault, cómo disfruta de los pequeños detalles de la vida: mirar desde la ventana de su habitación; sentir el agua del mar sobre su cuerpo; recrearse en la contemplación del cuerpo de su amante y desearla carnalmente: “Ayer era sábado, y María vino, como habíamos convenido. La deseé mucho porque tenía un lindo vestido a rayas rojas y blancas, y sandalias de cuero. Se adivinaban sus senos firmes, y el tostado del sol le daba un rostro de flor”.

Otros, sin embargo, llamaron la atención sobre la ausencia de compromiso moral del personaje, esa indiferencia ante todo, incluida la vida de otro ser humano, que le hace reaccionar así, cuando el juez le pregunta si lamentaba el crimen que había cometido: “Reflexioné y dije que más que pena verdadera sentía cierto aburrimiento. Tuve la impresión de que no me comprendía”.

También cabía interpretar El extranjero, novela publicada en 1942, en plena segunda guerra mundial, y cuya acción se desarrolla en esta misma época, como una descripción de la ausencia de valores en una sociedad que se está destruyendo a sí misma.

Nos pareció muy acertado el título, porque el protagonista aparece como un extranjero en el mundo, que no acaba de comprender y, por eso, se siente ajeno a todo lo que sucede en el mismo. También consideramos acertado el punto de vista desde el que se narran los hechos, pues la primera persona les confiere autenticidad a estos, al ser el propio narrador quien los ha vivido, y al mismo tiempo objetividad, porque no hace juicios ni sobre él ni sobre lo que sucede.

Coincidimos igualmente en que estos hechos no podían ocurrir en otro espacio más que en Argelia, que en aquel tiempo era una colonia francesa donde convivían cristianos y musulmanes, y con un clima Mediterráneo, con abundante sol, que condiciona, de forma definitiva, la vida de Meursault.

Sobre la estructura de la novela, hubo división de opiniones, pues a unos les había resultado tediosa la parte del juicio y otros, en cambio, la consideramos fundamental en el desarrollo de la acción, ya que nos muestra claramente cómo al protagonista lo condenan no tanto por el crimen cometido, como por su indiferencia e insensibilidad ante las cosas, que manifiesta particularmente en el entierro de su madre.

El final, igualmente, mereció nuestra atención, en especial la actitud de Meursault expresando su deseo de que el día de la ejecución haya muchos espectadores que le reciban con gritos de odio. Es una forma de decirnos –así lo entendimos- que en realidad no se siente diferente, al contrario, si los demás claman venganza y pena de muerte para el asesino, él también; si los demás quieren asistir a su ejecución, él lo desea como ellos.

De los personajes secundarios, comentamos: la contradicción de Salomano, que insulta y maltrata a su perro, pero, cuando este desaparece, lo echa de menos; el comportamiento machista de Raimundo; la candidez y sinceridad de María; y la actitud intransigente del juez para quien es impensable que Meursault no crea en Dios.

De las frases para la reflexión, nos gustó particularmente esta: “Comprendí entonces que un hombre que no hubiera vivido más que un solo día podía vivir fácilmente cien años en una cárcel”. El protagonista, que ese momento está en prisión, se refiere a que desde el momento en que aprendemos a recordar es imposible aburrirnos.

Finalmente, concluida la sesión, comentamos los paralelismos de El extranjero con otras dos novelas, de las que ya hemos hablado en el Club de Lectura: El lector y El túnel. Con la primera de ellas las coincidencias son notables, tanto en lo que se refiere a la estructura como a los protagonistas: Hanna y Merseult, respectivamente. Con la segunda también son evidentes los rasgos comunes de los personajes que las protagonizan, sobre todo el vacío existencial de ambos; sin embargo, Castel vive este vacío de una forma dramática, prueba de ello es que lo intenta llenar con el amor de una mujer; en cambio, Meurseult lo vive con indiferencia, lo asume como algo normal, porque no espera nada de la vida, al menos nada diferente de lo que tiene.

Próxima lectura: Carta de una desconocida de Stefan Zweig. Hablaremos de esta novela breve el 21 de diciembre, antes de que se entreguen los boletines de notas.

EL EXTRANJERO

EL EXTRANJERO
Albert Camus
(Alianza Editorial)

GUIÓN PARA EL DEBATE
(20 de noviembre, martes, a las 18 horas)

1. Introducción al autor: datos biográficos, época en la que vive, corriente literaria en la que se le encuadra.
2. Opinión breve sobre la novela. Si nos ha gustado o no y por qué.
3. Contexto histórico: ¿en qué época se desarrolla la acción?, ¿qué influencia tiene en la vida del protagonista?
4. Espacio: ¿es importante el lugar donde se desarrollan los hechos?
5. Tiempo: ¿qué influencia ejerce el tiempo atmosférico en la actuación de Meursault?
6. Significado del título: El extranjero.
7. Punto de vista narrativo: ¿cuál es el punto de vista en el que se sitúa Camus?, ¿qué le proporciona a la historia?
8. Estructura interna y externa: ¿coinciden ambas?
9. Personajes. Rasgos que los caracterizan:

• Meursault
• Salomano
• Raimundo
• María
• El juez
• El capellán

10. Temas para el debate:

• La sociedad:

– La ausencia de valores: ¿por qué se han perdido los valores?, ¿existen unas reglas para comportarse que debemos seguir todas las personas?
– La convivencia de cristianos y árabes: ¿es verdadera covivencia o existe discriminación?
– La búsqueda de la felicidad: ¿dónde se encuentra esta?
– El trabajo alienante: ¿le proporciona satisfacción el trabajo al protagonista?, ¿se siente realizado como persona?
– El machismo: ¿qué imagen de la mujer se ofrece en la novela?
– La atención a nuestros mayores: ¿cómo ve la sociedad argelina el ingreso de las personas mayores en los asilos?
– La morbosidad: ¿cómo se manifiesta?

• Los sentimientos:

– La incomunicación y la soledad: ¿se comunica con alguien Meursault?, ¿se siente solo?
– La indiferencia: ¿siente verdadero interés por alguien o algo?, ¿por qué?, ¿qué influye en sus sentimientos?
– La libertad: ¿cuándo se experimenta este deseo?

• La religión: ¿qué diferentes actitudes se adoptan ante la religión?, ¿cuál de ellas nos parece más ética?

• La violencia: ¿qué tipos de violencia se ejercen?, ¿cómo afectan al protagonista?

• La muerte:

– ¿Cómo es el comportamiento de Meursault ante el fallecimiento de su madre?, ¿lo entendemos?, ¿cómo se toma su propia muerte?
– ¿Es justa su condena a muerte?, ¿por qué se le juzga, en realidad?
– La pena de muerte: ¿cuáles son las ventajas y los inconvenientes de la pena capital?, ¿resulta ética su defensa?

• La filosofía del absurdo: ¿por qué carece de sentido la vida de Meursault?, ¿Hay en la novela otras manifestaciones del absurdo?

11. Frases para la reflexión:

• Todos los seres normales habían deseado más o menos la muerte de aquellos a quienes amaban. (pág.75)
• Me dijo que era imposible, que todos los hombres creían en Dios, aun aquellos que le volvían la espalda. (80)
• Como siempre que siento deseos de librame de alguien a quien apenas escucho, puse cara de aprobación. (80)
• Por otra parte, mamá tenía la idea, y la repetía a menudo, de que uno acaba por acostumbrarse a todo. (89)
• A partir del instante en que aprendí a recordar, concluí por no aburrirme en absoluto. (90)
• Comprendí entonces que un hombre que no hubiera vivido más que un solo día podía vivir fácilmente cien años en una cárcel. (91)
• Yo no hablaba para decir nada. (107)
• En cierto modo parecían tratar el asunto prescindiendo de mí. Todo se desarrollaba sin mi intervención. Mi suerte se decidía sin pedirme la opinión. (115)
• Declaró que yo no tenía nada que hacer en una sociedad cuyas reglas más esenciales desconocía y que no podía invocar al corazón humano cuyas reacciones elementales ignoraba. (119)
• Nunca me ha gustado ser sorprendido. Cuando me sucede algo, prefiero estar prevenido. (132)
• Pero todo el mundo sabe que la vida no merece la pena ser vivida. (133)
• Para que todo sea consumado, para que me sienta menos solo, me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya muchos espectadores y que me reciban con gritos de odio. (143)

11. Estilo.

12. Próxima lectura.

El sabueso nos dio juego

El martes tuvimos la primera sesión del club de lectura del curso 2012/13 sobre la novela El sabueso de Baskerville de Conan Doyle. La presentación de éste corrió a cargo de Carmen, alumna de 2º de Bachillerato, quien con un hablar pausado y convincente explicó algunos aspectos de su vida como: el alcoholismo del padre; su graduación como médico naval, aunque nunca llegó a ejercer con éxito esta profesión; su amistad con J. M. Barrie, creador del inolvidable personaje de Peter Pan; su afición al rugby y al fútbol, deporte éste último donde jugó de portero; su alistamiento como soldado raso en la primera guerra mundial; etc. Dentro de su producción literaria, incluyó El sabueso de Baskerville entre las historias protagonizadas por Sherlock Holmes.

A continuación, hubo una ronda de opiniones sobre esta novela, donde se valoró sobre todo la capacidad de Conan Doyle para generar intriga y suspense, mediante diferentes mecanismos:

  • Los finales de los capítulos siempre dejan alguna incertidumbre. Por ejemplo: sobre la presencia inquietante del sabueso, sobre la identidad del cochero, etc.
  • El misterio en torno a las botas desaparecidas.
  • Las pistas falsas, como la de Selden, preso fugado de la prisión de Princetown.
  • Etc.

Los alumnos presentes insistieron en que se trata de una novela de evasión que apetece leer en periodos de estudio, como el que nos encontramos, porque exige poca concentración y entretiene. Por eso, criticaron la lentitud de los pasajes descriptivos que, en cambio, fueron elogiados por los profesores y las madres, pues contribuyen a crear el ambiente propicio para una acción llena de misterio e incertidumbre. En este sentido, se consideró el espacio geográfico inglés, con la niebla permanente y las amplias zonas de bosque, como el idóneo para este tipo de narrativa.

El punto de vista desde el que se narran los hechos corresponde al protagonista Watson, lo cual nos pareció acertado, porque se trata de una perspectiva más cercana al lector, que la de Holmes.

En cuanto a la estructura, comentamos lo abrupto del desenlace que no está a la altura del nudo, es decir, de la parte central de la novela. Incluso María Madrid sugirió otro posible final, que a todos nos pareció mejor: que el asesino, Stapleton, estuviera emparentado con la desgraciada doncella del manuscrito que fue acosada por Hugo Baskerville, en el siglo XVIII, época a la que se remonta la maldición de esta familia.

El prólogo (capítulo 1), donde se presenta a Sherloch Holmes, mostrando su forma de actuar como detective, mereció distintas valoraciones: unos resaltaron precisamente este aspecto; y para otros, en cambio, resultaba especialmente tedioso, porque retrasa inútilmente el inicio de la acción.

Igualmente, difirieron las opiniones sobre el famoso detective y su relación con Watson, según se considerara su soberbia y egocentrismo, como rasgo propio del humor inglés o como defecto de quien se cree siempre en posesión de la verdad y despretigia a los demás. En cualquier caso, la relación de superioridad que mantiene con su ayudante funciona literariamente, aunque nos pueda parecer rechazable desde el punto de vista humano.

Finalmente comentamos algunas ideas que se desprenden de la lectura de El sabueso de Baskerville:

  • El bien triunfa sobre el mal, con la identificación y posterior muerte del asesino Stapleton; pero esto no siempre es lo mejor en literatura y desde luego en la vida diaria no es habitual que suceda así.
  • El amor y el miedo son emociones compatibles, por ejemplo, en el personaje de la Sra. Stapleton, que responde al modelo de la mujer maltratada, donde estos dos sentimientos contradictorios conviven y acaban generándole un sentimiento de culpabilidad, tal y como explico Toñi.
  • La confianza y la admiración por el otro llevan a la creación de amistades verdaderas, como la de Watson hacia Holmes y viceversa. Así sucede en la vida cotidiana, pues la amistad suele surgir justamente de un sentimiento de admiración hacia la otra persona.

La verdad es que no esperábamos que esta novela policíaca, sin mayores pretensiones literarias que las de entretener, acabara dándonos tanto juego en el debate, pero así fue.

La novedad entre los asistentes, después de algunas sesiones sin participar, fue la presencia de dos madres, cuya aportación nos sigue pareciendo fundamental. Claro, que echamos en falta a algunos buenos tertulianos del curso pasado, como: Adela, Enrique o Paco Jurado.

A ver si nos acompañan en la próxima sesión, que celebraremos el 20 de noviembre, martes, a las 18 horas, como siempre, en la biblioteca. Hablaremos sobre El extranjero de Albert Camus, novela que parece haber ganado con el tiempo, como los buenos vinos. En breve, estará a disposición de quien desee leerla en Vicedirección.