Novela poco elaborada

Es el tercer libro de Petros Márkaris que hemos leído en el Club de Lectura. El primero fue Balkan blues, nueve relatos que nos gustaron a todos por la variedad de sus puntos de vista, por su contenido social y por sus finales originales. El segundo fue Liquidación final, novela protagonizada por el comisario Kostas Jaritos, que logró mantener nuestra atención desde que se comete el primer crimen, aunque nos defraudó el final por su escasa verosimilitud. Y ayer jueves le tocó el turno a Pan, educación, libertad, tercera novela dedicada a la crisis griega, y la más floja de la serie por las razones que expondremos a continuación.

La sesión comenzó, como siempre, con la presentación del autor, del que María recordó: su nacimiento en Armenia; las dificultades para obtener la ciudadanía griega, lo cual no consiguió hasta la caída de la dictadura de los coroneles y la vuelta de la democracia en 1974; su compromiso social como escritor; el hecho insólito, siendo él un activista de izquierdas, de convertir en protagonista de sus novelas a un comisario de policía. Finalmente, citó algunas de sus obras literarias más importantes.

En el turno de opiniones sobre la novela, los tres alumnos presentes –Óscar, María Jesús y José Manuel- coincidieron en la sencillez con la que está escrita, lo cual facilita la lectura; pero fueron críticos con su final, porque resulta predecible, según María Jesús, y porque no se demora lo suficiente en describirlo, en opinión de Óscar.

En esta falta de elaboración insistió también Pepa, pues incluso Kostas Jaritos, que en las dos novelas anteriores de la serie, aparecía como un personaje complejo, con capacidad de sorprendernos, en esta, en cambio, carece de estos matices.

Ana destacó la objetividad de Petros Márkaris al referirse a los que vivieron bajo la dictadura de los coroneles en Grecia, pues unos se opusieron frontalmente a esta, mientras que otros mantuvieron una actitud más pasiva. Un objetividad –añadió- que ha echado de menos en nuestro país, cuando nos referimos al régimen franquista.

Antonio comentó que, al leer Pan, educación, libertad y observar el comportamiento interesado y corrupto de algunos de los que lucharon contra la dictadura griega, era inevitable pensar en lo sucedido en España, en particular, en Andalucía, con los gobiernos socialistas.

A Víctor el alejamiento y la hostilidad de los hijos hacia los padres, que finalmente son asesinados, le recordaba la tragedia de Edipo rey, que acabó también con la vida de su progenitor. María puntualizó, en este sentido, que la rivalidad con el padre, lo que se conoce como complejo de Edipo, se da, cuando los hijos dejan atrás la infancia y van alcanzando la madurez como personas independientes.

Sobre el punto de vista, comentamos que el narrador protagonista, el comisario Jaritos, dispone de más información que ningún otro personaje para resolver los crímenes. Por tanto, parece adecuado que sea él el que vaya contándonos el resultado de su investigación. Proporciona, además, inmediatez y verosimilitud, de tal modo que los lectores nos convertimos en cómplices de este tipo de narrador.

Tiene el inconveniente de que ya conocemos al personaje, pues esta novela es la tercera de la serie, y por consiguiente intuimos cómo a actuar. Un narrador en tercera persona nos hubiera permitido conocer la historia desde otros ángulos, con lo que el suspense quizá se hubiera podido incrementar.

Estuvimos de acuerdo en que el final no está suficientemente justificado, pues la razón que da Kyriakos para organizar los tres asesinatos –evitar que estos hombres se convirtieran en héroes de nuevo, pues existía la posibilidad de que los matara la extrema derecha- es demasiado endeble y no resulta convincente, sobre todo si pensamos en la inteligencia y el sentimiento de solidaridad de este joven.

En cuanto a los temas que se abordan en la novela, subrayamos:

• La corrupción, que se muestra -como recordó José Manuel- en el pago de sobornos a políticos para conseguir la adjudicación de obras; en la realización de trabajos sin contrato; en la obtención de cargos por influencia; etc.

• La ocupación de viviendas o locales deshabitados para vivir, que nos pareció comprensible, porque partimos de una situación injusta: el incumplimiento del derecho constitucional a una vivienda digna.

• El machismo de la sociedad griega que se manifiesta cuando terminan de cenar en casa del comisario Jaritos, y las tres mujeres empiezan a recoger la mesa; y mientras Uli, el novio alemán de Maña, trata de ayudarlas, los hombres griegos, Kostas y Fanis, ni siquiera hacen el intento.

Pepa recordó un pasaje especialmente humorístico, cuando el tío Lambros consigue que unos jubilados hagan de guardaespaldas de Katerina, amenazada por la ultraderecha:

“-Este Lambros… ¿Ha perdido la cabeza o qué? –me enfado cuando entramos en el despacho de mi hija-. ¿Cómo van a protegerte estos vejestorios? Si esta es la sorpresa que me tenías preparada, mucha gracia no me ha hecho, la verdad.

-Me dijo que son los mejores guardaespaldas que puedo encontrar, porque nadie se atrevería a levantar la mano contra unos ancianos.”

Finalmente, a la pregunta de María sobre qué personajes nos habían gustado más, la mayoría mencionamos a Kyriakos, joven de conducta ética y solidaria, que renuncia a la herencia de su padre, porque éste se ha enriquecido ilícitamente.

Mª Carmen se inclinó por Adrianí, la mujer de Jaritos, que demuestra un pragmatismo y un extraordinario sentido común ante la adversidad.

Y Carmen manifestó su admiración hacia Zisis, tanto por su actitud crítica contra la dictadura, que lo sometió a torturas, como por su comportamiento posterior, caracterizado por la solidaridad, lo cual se aprecia en la novela, cuando convierte el hotel ocupado para ayudar a los pobres, en un lugar digno, ordenado y limpio.

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Próxima lectura: El olvido que seremos de Héctor Abad, una novela que el autor dedica a su padre, un médico que dedicó su vida a luchar por los derechos humanos y que fue asesinado en pleno centro de Medellín. Hablaremos de ella el miércoles, 25 de noviembre, a las 17:30.

«Pan, educación, libertad»


GUIÓN PARLA SESIÓN DEL CLUB DE LECTURA
(22 de octubre, jueves, a las 18:30, en la Biblioteca)

1. Presentación del autor.
2. Opinión breve sobre la novela.
3. Título.
4. Punto de vista narrativo.
5. Espacio y tiempo.
6. Estructura:

6.1. Externa.
6.2. Interna: ¿nos parece creíble el final?

7. Intriga: ¿consigue generarla Markaris y atrapar al lector?

8. Temas:

• La crisis económica: ¿a quiénes afecta?, ¿podría haber sucedido en la realidad el abandono del euro?, ¿existe un conflicto entre los países del Sur y los del Norte?
• La xenobobia: ¿cómo se manifiesta en la novela?, ¿tiene actualidad en el mundo de hoy?
• El movimiento okupa: ¿justificamos la ocupación de viviendas o locales deshabitados?
• La solidaridad: ¿qué personajes la ofrecen?, ¿hay que ponerle límites?
• La corrupción: ¿cómo se muestra?, ¿a quiénes afecta?, ¿cuáles son sus causas?
• La ciudad: ¿son necesarias las referencias continuas a las plazas, calles y edificios de Atenas?
• El metalenguaje: ¿qué palabras busca en el diccionario Jaritos?, ¿desempeñan alguno función en la novela estas búsquedas?
• El machismo: ¿cómo se manifiesta?
• La fatalidad: ¿es un pueblo perseguido por esta cualidad?

9. Personajes:

• Jaritos
• Adrianí
• Katerina
• Maña
• Zisis
• Kyriakos
• Jalatsis
• Demertzís
• Zeologuis
• Lepeniotis

10. Estilo: ¿por qué rasgos se caracteriza?
11. Próxima lectura.